Los facultativos del centro hospitalario detectaron el tumor en uno de los fetos a las 22 semanas de gestación y once semanas después -a los siete meses de gestación- decidieron intervenir al bebé. Tras nacer su hermana y en el mismo instante de su nacimiento los médicos le extirparon la parte externa del tumor mientras aun se encontraba unida al cordón umbilical y le realizaron una traqueotomía para darle soporte respiratorio, tras lo cual se cortó el cordón umbilical y se trasladó a la pequeña a la Unidad de Cuidados Intensivos.
En dicha intervención, que duró apenas cinco minutos, participaron más de 20 especialistas en medicina fetal, cirujanos pediátricos, neonatólogos, cirujanos maxilofaciales, neurocirujanos, anestesistas y enfermería especializada.
No obstante, unas 15 horas después, la pequeña volvía a enfrentarse a una intervención, de unas dos horas de duración, para que el equipo extirpara el tumor desde dentro y reconstruyera la traquea.
El tumor, de alrededor de 500 gramos de peso, obstruía la boca y la nariz del bebé, por lo que, de no haber sido extirpado, el bebé habría fallecido en el momento de su nacimiento.
La evolución de la pequeña, que nació con un kilo y medio de peso, está siendo satisfactoria y desde el sábado ya respira por sí sola. Respecto a las posibles secuelas que la niña pueda tener en el futuro, el doctor García Perla explicó que éstas serán "las mínimas o incluso inexistentes" y que dependerán de su desarrollo. Si bien, precisó que la pequeña no sufre ningún tipo de déficit neurológico.
Felicidades a los padres y un gran aplauso a estos héroes de la medicina!!
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